miércoles, 24 de agosto de 2011

lunes, 15 de agosto de 2011

Pienso en la belleza creada.

Son las películas, con su luminosidad particular, su banda sonora y la intensidad de las miradas. La transmisión de sentimientos, de sensaciones. Son los libros, la descripción de la perfección y la ambigüedad de los instantes. Los detalles y los momentos. Es la música y el color de las musas. La danza y los movimientos fluidos de labios en verso. Es el arte y la naturaleza de lo bello que me pide lucidez y claridad. 




Es la belleza que creamos con cada roce.


lunes, 1 de agosto de 2011

Resulta que el viento y la arenisca lo sacude todo. No logro comprender la cercanía de esas extrañas lenguas.
Te extrañaré.
 Me pido soledad y me contradigo con el miedo a lo nuevo. 
Nos volveremos a ver.
Pronto.
 En el fin del mundo antes del mar.

-La pérdida en la inestabilidad de la falta de conocimiento.

Nada era diferente. Lo único diferente eras tú. No es que fueras mucho mayor o algo así. No era eso exactamente. Eras diferente, eso es todo. Esta vez llevabas abrigo. O el crío que había sido tu pareja en la fila la última vez tenía escarlatina y tenías una pareja distinta. O era una sustituta la que llevaba a la clase en lugar de la señorita Aigletinger. O habías oído a  tu padre y a tu madre tener una pelea horrible en el baño. O acababas de pasar en la calle junto a uno de esos charcos que tenían un arcoiris de gasolina. Quiero decir que de algún modo eras diferente, no puedo explicar lo que quiero decir. Y aunque pudiera, no sé si me apetecería hacerlo.




*J.D. Salinger
-El Guardián entre el Centeno